La vida en Rusia
Mi blog te permitará obtener una información fidedigna sobre Rusia y el modo de vida. Aquí encontrarás hechos interesantes e importantes a tener en cuenta. Los principios fundamentales en los que se basa este sitio web son la veracidad, la imparcialidad y la objetividad. El objetivo principal que he perseguido creando este blog es transmitir la verdad sobre la situación real de Rusia para quienes se interesan por ella.
En vísperas de los años 90 en la época de La Perestroika una gran parte de la población de Rusia tenía esperanzas de diverso tipo, como esperanzas de que la vida de los ciudadanos comunes se mejorara; la esperanza de que se le pusiera fin a la corrupción y al desorden en el país; la esperanza de la llegada al poder de un gobierno digno y responsable; la esperanza de una vida más adinerada, libre, independiente, tranquila y segura; la esperanza de una distribución equitativa y racional de la propiedad pública de la ex Unión Soviética entre la población. Sin embargo, la mayoría de las esperanzas y expectativas de la gente se vieron totalmente decepcionadas.
En cambio, el país se enfrentó al hambre, pobreza, privaciones, desempleo, salvaje, corrupción, asesinatos de periodistas y otras formas de anarquía.
Ha pasado más de una década desde entonces. ¿Y qué es lo que representa Rusia hoy? ¿Qué cambios se han producido y siguen produciéndose en la vida del país y en la de sus ciudadanos? ¿Cómo se vive realmente en la Rusia de Putin?
El nivel de la seguridad financiera de la mayor parte de la población del país se ha incrementado indudablemente en comparación con los años 90. Pero no se puede evitar considerar que en los mismos años 90 la mayoría de los rusos vivía por debajo del límite de la pobreza. Incluso hoy en día, muchos rusos tienen problemas con el dinero. Los salarios bajos, las jubilaciones en gran medida insostenibles, y las becas de estudiantes, es mejor no decir nada. No obstante, los precios de los productos alimenticios y de otros bienes siguen subiendo.
Encima tenemos los gastos de alquiler y de suministro de servicios públicos. Los jubilados también deben pagar de sus bolsillos medicamentos esenciales. Muchos de ellos ni siquiera pueden pagar la comida y servicios mínimos como, electricidad y agua corriente. ¿Aún no han visto, a los pobres en el metro pidiendo ayuda con la mano extendida? ¡Pues qué escena más desagradable!
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Las leyes en Rusia siguen actuando de una manera, digamos, bastante peculiar. En primer lugar, las leyes de este país son de verdad un instrumento de castigo del gobierno. Es casi imposible que los ciudadanos respetuosos de la ley, logren la protección de sus derechos. De hecho, los derechos humanos en Rusia no están nada protegidos. Hay muchas disposiciones constitucionales que se infringen literalmente en todas partes del país, y eso se percibe como algo normal. Puede parecer incluso que a la gente de Rusia les guste estar así. Están más o menos acostumbrados a los gobiernos dictatoriales y de ahí a la falta de derechos y a la impotencia. Además, los rusos por sí mismos no son ejemplos de obediencia a las leyes. La Constitución rusa es solo una tapadera que sirve para mantener una apariencia de legitimidad y protección jurídica de un Estado de derecho.
Evidentemente existen ciertas instituciones, que se supone deberían servir a la causa de los derechos humanos. No obstante, las resoluciones de los problemas de esta índole solo existen sobre el papel y no se llevan a la práctica. Y lo que es más, el pueblo y las autoridades están haciendo todo lo que pueden para que las condiciones de vida en Rusia sean imposibles. La gente se salta la ley e infringe los derechos de los demás, cualquiera que sea y todas las maneras posibles. Al mismo tiempo, muchos creen verdaderamente en su capacidad de proteger cuando sea necesario sus propios derechos presentando una declaración a la policía u otras estructuras estatales. Su ingenuidad a veces es increíble. Y se ha observado un número considerable de casos que pudieran demostrarlo, sin mencionar mis propias experiencias. No me extraña que los jóvenes más listos, capacitados y educados que en cuanto tengan la oportunidad de abandonar el país lo hagan, renunciando a su nacionalidad rusa.
Últimamente, en Rusia se ha realizado una importante labor de desideologización de la vida pública, política y religiosa. Esto se debe a los cambios de valores, mentalidad y pensamiento de mucha gente. A propósito, los cambios así no solo pasan en Rusia. Pero junto con el deterioro de la situación general del país va adquiriendo cada vez, mayor fuerza la promoción estatal a favor del patriotismo. De esta manera las autoridades intentan desviar la atención del pueblo de las cuestiones más importantes y también de ocultar su propia incompetencia y sus crímenes. Desde hace mucho tiempo somos concientes de que las declaraciones como “es por el bien del país”, realmente puedan esconder muchas infracciones e incoherencias. El gobierno ruso, los políticos y los funcionarios en general suelen distinguirse por su mediocridad e irresponsabilidad.
La calidad de la educación en Rusia deja mucho que desear, me refiero a la educación y conocimientos que se reciben a través de las instituciones educativas públicas. Por lo general, los niños que estudian en casa demuestran un nivel más alto de conocimiento, en comparación a los que estudian en la escuela. Los egresados de las escuelas tienden a empezar a fumar, tomar, decir palabrotas; muchos suelen volverse hoscos y salvajes. Aquí una función decisiva, la desempeña el medio ambiente donde crecen los escolares, que es la misma escuela. Una excepción bendita, aunque también algo controvertida, será la escuela de Schetinin.
Yo hablo aquí a partir de mi propia experiencia como residente local de Rusia y basándome en esta experiencia ya he hecho algunas conclusiones bastante evidentes. Aquí no tenemos condiciones adecuadas para vivir. Y en los últimos 15 años la situación no ha hecho sino empeorar, sobre todo para los que todavía son capaces de pensar y expresarse libremente. La libertad de pensamiento sigue siendo prohibida y penada por ley.
¿Quieren saber por qué creo que todo se pone aún peor? Porque me doy cuenta que el problema es el pueblo ruso. ¿Cómo esperamos que ocurran los cambios positivos si no cambiamos nosotros mismos? ¿Si en la sociedad sigue arraigada la mente de manada? ¿Si nos dejamos controlar y lo aguantamos todo? ¿Si nos negamos a reflexionar y pensar de una manera crítica? ¿Y sobre todo, si no respetamos a nosotros mismos?
Resumiendo todo lo escrito aquí, solo quiero decir una cosa. En la sociedad rusa se han afianzado plenamente los conceptos de anarquía, impunidad, mediocridad, estupidez y el pensamiento de manada. En ello radica lo terrible de la situación en Rusia.